Los tejidos del sistema linfático ubicados alrededor de los intestinos forman la base de nuestro sistema inmune. Mediante la mejora en el funcionamiento del intestino grueso, libre de toxinas y con una notable mejoría en absorción de nutrientes, nuestra capacidad de autosanación se potencia.
De hecho, es una teoría que muchas de las enfermedades autoinmunes se
desarrollan debido a las condiciones de saturación de los intestinos.
Las toxinas que se acumulan en el intestino pueden datar
de varios años. Hay quienes dicen que se pueden acumular residuos
tóxicos de hasta treinta años. La razón por la que la limpieza de colon
es una parte fundamental de un proceso de desintoxicación,
es que todas las toxinas liposolubles son enviadas al intestino grueso,
y si éste no puede eliminarlas, debido a la acumulación de toxinas y a
la saturación del tracto intestinal, son reabsorbidas por el cuerpo y
llevadas al torrente sanguíneo.
La limpieza del colon es necesaria cuanto menos una vez al año.
Es algo muy desconocido por la sociedad en general, ya que se desconoce
que en este órgano principalmente se absorben los nutrientes que
ingerimos. Teniéndolo limpio evitamos que las células patógenas proliferen evitando enfermedades en un futuro. Cada vez debemos ser más consciente y estar más mentalizados de que para estar sano por fuera hay que estar sano por dentro.
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